La verdad es que soy bastante nueva o dicho más internacionalmente, bastante "amateur" en esto, y mi dominio de las tecnologías se queda bastante corto en este nuevo mundo en el que todo son conexiones y pantallas. ¿De eso se trata, no?
Las tres iniciales que resuenan alrededor todo el tiempo y que me han importado un bledo hasta que he sido consciente de la importancia que tienen y sobre todo, la importancia que auguran tener. Las TIC: Tecnologías de la Información y la Comunicación. En resumidas cuentas, la base de esta nueva época llamada la gran "era de las comunicaciones". Por esa razón, por la necesidad de aprender la técnica, estoy de acuerdo con el uso de éstas desde el principio en Educación Infantil. Aunque también tengo el temor que invade a mucha gente con el abuso de tanta tecnología, que deja de lado otras cosas que creo que deberían de ser primordiales como el contacto con la naturaleza, la observación de las cosas que nos rodean, que ofrecen una serie de sensaciones mucho mayores que las que puede entregar la pantalla de un ordenador. Pero bueno, todo esto, se resume en el siguiente "Visual Thinking" que hemos hecho mi grupo y yo. Una herramienta innovadora que sirve para cristalizar, plasmar ideas o pensamientos en el papel a través del dibujo. Y dijimos, ¿por qué no? ¿Porqué no plasmar lo poco que sabemos de esta asignatura mediante esta técnica? ¿De esto trata esta asignatura no? ¡Pues a innovar se ha dicho!
¡Perdonadme! ¡Qué con todo esto no me he presentado!
Me llamo Marina, Marina Sáez Sansinenea, tengo 19 años y vivo en San Sebastián, ciudad de la que vivo enamorada desde mi primer abrir de ojos. Mi tiempo libre se lo dedico a mis amigas, puesto que son mi mayor fuente de alegría y motivación. ¿Fiestera? Como ninguna, de las que ya no quedan.
Respecto a los estudios, después de estudiar en Ekintza, aquí estoy, en la Universidad del País Vasco de Magisterio. La verdad es que el primer año de carrera distó mucho de lo que esperaba encontrarme, no encontraba motivación a la hora de enfrentarme a las asignaturas que me parecían de todo menos útiles. Pero a raíz de las prácticas fue cuando les encontré el sentido a todas esas horas de tantas asignaturas que con tanto sudor frío he pasado, y por fín me sentí contenta con la elección tomada y con total seguridad de que lo que quiero es educar a los maravillosos e ingenuos mocosos, que me ayudan a concebir la vida y a vivirla de manera más plena, como viven ellos los juegos, completamente volcados, en serio y a fondo. Y esto es todo por hoy, ya me iréis descubriendo poco a poco.
Fin de la nota.
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